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El Crepúsculo de los Glaciares: Una Alarma Inminente para la Humanidad

Hoy es el día mundial de los glaciares, 21 de marzo...

El deshielo de los glaciares, una de las consecuencias más alarmantes del calentamiento global, se acelera a un ritmo vertiginoso, poniendo en jaque economías, ecosistemas y comunidades enteras. En el marco del primer Día Mundial de los Glaciares, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha emitido un informe contundente: la mayoría de estas masas de hielo podrían desaparecer antes del final del siglo, especialmente en regiones como Europa, Norteamérica, el Cáucaso y Nueva Zelanda.

Una Pérdida Colosal e Irreversible

Desde 1975, los glaciares han perdido 9 billones de toneladas de hielo, un volumen equiparable a un bloque del tamaño de Alemania con un grosor de 25 metros. Más alarmante aún, dos tercios de esta pérdida han ocurrido en lo que va del siglo XXI. Solo en 2024, el año más cálido registrado, se derritieron 450.000 toneladas de hielo, marcando la cuarta mayor pérdida en la historia.

Los Alpes han sido una de las regiones más golpeadas por este fenómeno. En apenas dos años, entre 2022 y 2023, desapareció un 10 % del hielo restante. En Europa Central, la situación es incluso más dramática: casi el 40 % de la masa glaciar ha desaparecido en las últimas dos décadas.

Un Fenómeno Global con Consecuencias Devastadoras

El impacto del deshielo no se limita a la desaparición de imponentes paisajes helados. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierte que, entre 2000 y 2023, la fusión de los glaciares ha contribuido a un aumento de 18 milímetros en el nivel del mar. Cada milímetro adicional de subida supone la exposición de entre 200.000 y 300.000 personas a inundaciones.

Las implicaciones también son alarmantes para la seguridad hídrica. En regiones como el Himalaya-Hindú Kush, donde los glaciares abastecen de agua a cientos de millones de personas, su desaparición podría desencadenar una crisis sin precedentes. No en vano, esta cordillera ha sido denominada el "tercer polo" por la magnitud de sus reservas de agua dulce.

La Humanidad ante un Punto de No Retorno

Los datos de la OMM revelan que, en cinco de los últimos seis años, los glaciares han experimentado su retroceso más rápido en la historia. En Escandinavia, el archipiélago noruego de Svalbard y el norte de Asia, 2024 marcó la mayor pérdida anual de masa glaciar jamás registrada.

Incluso los glaciares tropicales, ubicados a grandes altitudes, están en peligro. En Perú, por ejemplo, han retrocedido un 40 %, una tendencia que refleja el deterioro global de estas reservas naturales.

Según Michael Zemp, director del Servicio Mundial de Monitoreo de los Glaciares, el mundo ha perdido un promedio de 273.000 millones de toneladas de hielo anuales desde 2000. Para contextualizar la magnitud de esta cifra, Zemp señala que equivale al consumo de agua potable de toda la población mundial durante 30 años.

Un Llamado Urgente a la Conservación

Ante este panorama, la ONU ha declarado 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares y ha establecido el 21 de marzo como el Día Mundial de los Glaciares. Esta jornada coincide con el equinoccio, simbolizando la necesidad de restaurar el equilibrio natural del planeta.

En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, líderes mundiales, científicos y representantes de la sociedad civil se han congregado para discutir estrategias de mitigación y adaptación. Sulagna Mishra, funcionario científico de la OMM, ha subrayado que la preservación de los glaciares no es solo una necesidad medioambiental, sino una cuestión de supervivencia global.

"Si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan al ritmo actual, para finales del siglo XXI habremos perdido el 80 % de los glaciares en Europa, África oriental, Indonesia y otras regiones", advirtió Mishra.

Reflexión Final: El Destino de los Glaciares, un Espejo de Nuestro Futuro

Los glaciares son testigos milenarios de la historia del planeta y marcadores inequívocos del cambio climático. Su rápida desaparición no solo pone en riesgo la biodiversidad y el acceso a recursos hídricos, sino que también cuestiona la sostenibilidad de nuestro modelo de desarrollo.

Fuente: Noticias NU

El tiempo para revertir esta crisis es limitado, pero aún es posible tomar medidas que frenen su desaparición. La humanidad está ante una encrucijada: continuar ignorando las advertencias o asumir la responsabilidad de preservar el equilibrio natural del planeta para las generaciones futuras. La decisión, y sus consecuencias, nos pertenecen a todos.

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