En una época donde la autenticidad es el nuevo lujo, Bridget Jones vuelve a recordarnos que la imperfección también puede ser inolvidable.
Bridget Jones inmortalizada en el corazón de Londres
Leicester Square, el epicentro cinematográfico del Reino Unido, acaba de sumar a su paisaje uno de los rostros más icónicos del cine moderno: Bridget Jones. La protagonista que redefinió el concepto de “mujer real” en la pantalla grande ya tiene su estatua oficial de bronce, desvelada el 17 de noviembre en una ceremonia que reunió nostalgia, emoción y un sentido homenaje a su legado cultural.
Renée Zellweger, la ganadora del Oscar que dio vida a la entrañable Bridget en cuatro películas, asistió personalmente a la inauguración y no pudo ocultar la conmoción al ver a su eterno personaje inmortalizado para siempre. A su lado estuvieron la escritora Helen Fielding, creadora del mito Bridget, y el productor Eric Fellner, figuras clave en el fenómeno que acompañó a millones de mujeres durante más de dos décadas.
La estatua: autenticidad sobre un pedestal
La escultura, obra de la artista Sophie Harrison, captura a Bridget como todos la recordamos:
cabello recogido, minifalda, suéter, diario contra el pecho y un bolígrafo apoyado sobre la barbilla. Es prácticamente el retrato tridimensional del primer póster que pasó a la historia.
Un detalle poético: Bridget aparece reflexiva, en ese eterno momento en el que decide quién quiere ser… como tantas veces desde su estreno en 2001.
Bridget entra al Olimpo del cine británico
La estatua forma parte del circuito permanente Scenes in the Square, una galería urbana que rinde tributo a personajes del cine que han marcado generaciones. Y Bridget se convierte así en la primera heroína de comedia romántica en compartir espacio con leyendas como:
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Harry Potter
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Mary Poppins
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Paddington
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Mr. Bean
Toda una consagración para un personaje que, sin superpoderes ni capa, cambió la manera en la que se representaba a la mujer moderna en el cine.
“Es adorable… y más bonita que yo”
Con su humor característico, Zellweger dejó frases memorables frente a la prensa:
“No es algo que uno espere que suceda… es toda una sorpresa.”
Y entre risas añadió:
“Ella es adorable, más bonita que yo. Se parece a Bridget para mí.”
Cuando los periodistas preguntaron si creía que los fans frotarían la barriga de la estatua —un guiño a la eterna preocupación de Bridget con su peso— la actriz respondió con una ternura que solo ella puede dar:
“¡Qué dulce! Nunca lo imaginé. Me encanta.”

El legado de una mujer que no tenía nada bajo control… excepto el corazón del público
Bridget Jones nació como una columna escrita por Helen Fielding en los años 90. Una voz fresca, sarcástica, honesta y tremendamente humana. De ahí saltó a la novela, al cine y finalmente al mundo entero.
La saga, protagonizada por Zellweger, Colin Firth y Hugh Grant, se convirtió en un fenómeno generacional con cuatro películas:
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El diario de Bridget Jones (2001)
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Bridget Jones: Al borde de la razón (2004)
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Bridget Jones’s Baby (2016)
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Bridget Jones: Loca por él (2025)
Fielding, presente en la ceremonia, confesó:
“La generación de mi hija ahora también se identifica con Bridget… y eso significa muchísimo para mí.”
Pocas veces un personaje logra pasar de generación en generación sin perder brillo. Bridget lo consiguió sin dietas, sin perfección… solo siendo auténtica.
¿Por qué seguimos amándola?
Porque Bridget Jones no nos vendió una vida soñada. Nos vendió la vida real:
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la cita que sale mal
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el trabajo que no es perfecto
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ese amor que parece imposible
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las inseguridades que intentamos disimular
Y aun así, logró enseñarnos que:
“Ser uno mismo es más elegante que tratar de parecer perfecto.”
En tiempos donde la imagen es una moneda de cambio, Bridget continúa siendo la mujer que nos recordó que no hay nada más valioso que la verdad de ser uno mismo.ales o la ficha de datos para el recuadro de la revista?





