Taylor Swift y Travis Kelce han elegido como escenario de su esperado matrimonio la imponente mansión de 17 millones de dólares que la cantante posee en Watch Hill, Rhode Island. Con vistas privilegiadas al océano Atlántico, esta residencia —apodada Holiday House— no solo es la propiedad más costosa del estado, sino también un lugar cargado de historia, glamour y anécdotas que forman parte de la cultura pop.

Construida en 1930 y adquirida por Swift en 2013, la mansión inspiró la canción The Last Great American Dynasty de su álbum Folklore (2020). Allí, Taylor organizó recordadas fiestas del 4 de Julio con invitados de la talla de Selena Gomez, Blake Lively, Ryan Reynolds, Gigi Hadid y las hermanas Haim. También fue testigo de su romance con Tom Hiddleston, inmortalizado en la icónica camiseta con la frase “I love TS”.

Ahora, el idílico lugar será testigo de un capítulo más íntimo y trascendental: la boda de la artista con el astro de la NFL. Según allegados, la ceremonia tendrá lugar el próximo verano, en un ambiente donde se conjugarán lujo, historia y la emoción de un enlace muy esperado.

El misterio del vestido

Mientras el mundo conoce ya el deslumbrante anillo de compromiso —cuyo valor podría ascender a seis cifras—, la gran incógnita sigue siendo el vestido de novia. El atuendo Ralph Lauren que Taylor lució en su sesión de compromiso se agotó en minutos tras publicarse las imágenes en Instagram, lo que avivó las especulaciones sobre si la firma será también la responsable de su traje nupcial.

Una boda con impacto global

La unión no solo atraerá la atención de la prensa internacional, sino que también beneficiará económicamente a Rhode Island. El gobernador Dan McKee celebró la noticia con entusiasmo, consciente de que el estado recibirá una inyección de visibilidad y recursos. De hecho, el pequeño territorio ya capitaliza el fenómeno Swift: este año se implementó un impuesto a las segundas residencias de lujo que fue bautizado por los propios locales como el “impuesto Taylor Swift”.

Con propiedades valoradas en más de 80 millones de dólares en Beverly Hills, Nueva York y Tennessee, Swift convierte cada movimiento en un fenómeno cultural y económico. Sin embargo, más allá de los titulares y las cifras, lo que mantiene en vilo a sus seguidores es la imagen que dará la cantante en el día más importante de su vida.

¿Optará por la sobriedad, la tradición o un giro inesperado? El mundo aguarda, con la certeza de que la boda de Taylor Swift será tan inolvidable como su legado artístico.